Hace unas semanas la mamá de una de mis alumnas inscribió a su peque en una cadena de cuentos.
Me explicó varias veces el funcionamiento, pero una, que es más bien de letras, no acabó de pillarlo.
El caso es que esta semana me llegó otra vez la misma cadena por otro sitio, y resistirse dos veces a una avalancha de cuentos era demasiado para mí, así que me apunté.
Esta cadena está originalmente pensada para que se apunten los padres, y así los cuentos lleguen directamente a las casas de los niños, pero muchas sabemos que no a todos los padres les importa dar cuentos de calidad a sus hijos, que algunos afirman que no tienen espacio o son un gasto tonto :'(
Y aún trabajando con familias comprometidas me consta que no soy la única maestra que tiene una pequeña colección propia de cuentos con los que trabajar.
He decidido por tanto apuntarme, ya que de igual modo, el fin de la cadena va a ser la misma, que esta siga ampliándose y que muchos niños disfruten de sus cuentos de una forma económica. La cadena funciona de tal manera que tu mandas un único cuento a la persona que te toque y pasas la carta a otras seis personas, conforme la cadena siga avanzando a tí te llegarán a casa... ¡36! Una maravilla.
Así que después de ver la edad y el nombre del niño que me había tocado me puse a pensar en qué libro le mandaría. Pensé en mis favoritos, consulté unas listas muy útiles que ha estado publicando
Almu G Negrete y al final me fui a la librería y compré algo totalmente distinto. Volátil que es una.
Con este post quiero llamar no sólo a mamás y papás. Maestros y maestras del mundo, unámonos a esta cadena maravillosa.
Los que queráis participar podéis contactarme por facebook o en belen.aj@gmail.com
PD: ¿No sería maravilloso crear nuestra propia cadena con nuestros libros favoritos sobre pedagogía? Ahí queda la idea.
