Entre el reciclaje y la creatividad, y el Síndrome de Diógenes hay una línea muy delgada y yo he estado a punto de atravesarla.
Eso significa que he arrasado con todo lo que tenía, revisado, analizado y guardado o tirado.
Material de manualidades, de repostería, ropa, zapatos, materiales de los niños, recuerdos...
El ataque de orden y limpieza ha traído como consecuencia la recuperación de algunas cosas del conocido "año de la polca", como este lapicero. No tengo fotos del antes, pero os puedo asegurar que daba pena verlo, tanto que durante un rato estuvo en una de las bolsas de la basura, pero... decidí darle una segunda oportunidad con unos washi tapes.
¿Os gusta el resultado?