Los cupcakes son de vainilla y chocolate decorados con fondant (he empezado a experimentar con los moldes... creo que esto ya no tiene escapatoria) y las galletas son mi nuevo "enganche".
Creo que las galletas son una receta muy agradecida, porque se hacen rápido, pueden quedar muy bonitas y suelen gustar. Es la segunda vez que me atrevo con galletas, la primera vez, como no me fiaba mucho, las hice redondas y ya está, al ver la buena acogida entre mis "probadores habituales", me atreví a prepararlas para el cumple.
La receta que utilicé es la de galletas de mantequilla sin huevo del blog "Sugar Mur" (creo que ya he hablado de él por aquí). Salen muy buenas, son fáciles de hacer y no llevan "ingredientes raros".
Y ahora algunos consejos personales de una novata con las galletas:
- Si la receta dice "integrar la harina poco a poco", es por algo, no la eches de golpe, no seas tan bestia como yo.
- Intenta extender la masa bien finita con ayuda del rodillo, en el horno las galletas subirán un poquito.
- Si las decoras con fondant, que la capa sea lo más fina posible, dosis demasiado altas de azúcar pueden provocar cataclismos en un colegio.
- La masa de las galletas es un tanto tiquismiquis, tocala lo menos posible, no la mires con demasiada intensidad... vamos, que no es fondant, que la pases directamente del molde a la bandeja y no intentes juguetear con ella.
- Aunque la masa parezca endeble o incapaz de mantenerse unida, confía en el poder del horno.
¡Ha empezado la era de las galletas!
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