lunes, 9 de noviembre de 2015

Papel de azúcar


La semana pasada Julia publicó este post en Postreadicción. Uno de los blogs de cabecera para mí y para mucha gente en lo referente a repostería creativa.
Nos decía que habían bajado el precio de su papel de azúcar y hablaba también de la calidad de los productos. Creo que es un post que merece la pena ser leído y que su catálogo de papeles merece que se le eche un vistazo. 
No hay forma más rápida de decorar galletas.
Aquí os dejo dos modelos que usé yo este verano. Los dos para regalos y con muchísimo éxito. 




Y si queréis ver más podéis volver a esta entrada del año pasado.



sábado, 7 de noviembre de 2015

Taller de cocina para adolescentes

Hoy me merezco un premio.
Así tal cual, la modestia la dejo para otras ocasiones.
Más de treinta niño-adolescentes (entre nueve y dieciséis años), un taller de Masterchef y otras dos monitoras.
Estas son las delicias que han salido de nuestras manos. Sin horno y sin nevera.
CHOCO BOLAS
Una receta con tradición de campamentos. Desmenuzar un par de paquetes de magdalenas, hacer una masa con nocilla y formas bolas. A continuación mezclar cola cao con leche hasta conseguir un chocolate de cobertura. Empapar las bolas y decorarlas con estrellitas.
BROCHETAS DE FRUTA
Elegir fruta de diferentes colores, pelarla y cortarla a cuadraditos. 
Después pinchar en una brocheta de madera.
GALLETAS DECORADAS
Las galletas las llevaba ya hechas. Formas básicas.
Hacemos glasa con clara de huevo y azúcar glass, colorante y a flipar con las mangas y los springles.
 TIRAMISU

Más magdalenas desmenuzadas, mezclar con café y hacer una base. 
Montar nata, mezclar con una parte proporcional de queso y azúcar. Colocar encima de la base.

Espolvorear ¡un poquito! de chocolate en polvo.




 Y después de dejar las mesas super limpias. Votación y degustación.

Y aquí os dejo la información de un precioso taller que se va a hacer en Málaga este mes de noviembre. Hay pocas plazas y os aseguro que el programa es absolutamente genial.

 Y que podéis seguir apuntándoos al intercambio navideño de este año... ¡libretas!


lunes, 2 de noviembre de 2015

Jugamos con espuma

No es la primera vez que os hablo de la espuma como material sensorial didáctico, pero es que tiene un montón de posibilidades.
La experiencia me ha dicho que la mejor es la espuma de afeitar, tiene una textura mucho más cremosa que la del pelo y las hay super baratas de marcas blancas.
Las cubetas de plástico son el mejor sitio para vaciar uno o dos botes y empezar simplemente tocando. Es habitual que a los niños con desórdenes sensoriales les cueste un poquito al principio pero es un elemento tan divertido que esa barrera suele superarse rápidamente.





Una vez que hemos superado la fase de hacer montañas, muñecos de nieve, olerla, ponerse una nariz de espuma... podemos ir echando cosas. De una en una mejor.
En la primera imagen podéis ver letras de plástico que primero íbamos buscando y que después limpiamamos con los dedos, repasando así la grafía e identificación pero sin exigencias, sin siquiera hablar del tema, sólo tocando y jugando.

En la segunda imagen hay bolitas de agua que ya vimos aquí y que son perfectas para incluir en cualquier actividad sensorial. Las fotos son de días distintos, por eso hay cosas distintas en la espuma y las cubetas son de diferentes colores.


Y una vez superada la fase de sólidos, podemos dar color a la espuma con un poco de colorante o, como en este caso, con purpurina. Nosotras usamos unas pajitas de plástico para mezclarla bien. 
Y después nos dedicamos a estampar y esparcir en una cartulina negra. Como veis, buscando contrastes.




domingo, 1 de noviembre de 2015

Gelatina

En un blog como el mío, donde lo mismo os enseño una tarta que una estrategia para sumar, entiendo que el título despiste, pero hoy toca educación en general y actividad sensorial en particular.
La gelatina da para un montón de cosas. Su textura es única y poco habitual, por lo que viene genial para trabajar texturas, olores, colores, sabores y permanencia de la masa.
Esto fue lo que pasó la primera vez que le enseñé a Sofía sus letras de plástico metidas en un bol de gelatina... que la idea no le gustó y el bol acabó en el fondo de la piscina. Recoger la gelatina de dentro fue una actividad entretenida.
La segunda vez, sentadas en la mesa y sin elementos extraños en la gelatina fue bastante mejor.
Metimos las manos, churreteamos un poquito y después jugamos a cambiarla de vaso en vaso y a rellenar recipientes. También acabó probandola.
Con Luna, que es muy distinta, la cosa se nos desmadró bastante más. Como lo veía venir la cantidad que utilizamos fue mucho menor.
El churreteo fue máximo desde el minuto uno y acabamos las dos con gelatina desde el pelo hasta la planta de los pies, pero que bien nos lo pasamos...