Cuando terminé mis recientes prácticas en el CEIP Los Guindos quería hacer algo especial para despedirme de los niños.
En una aula con 23 niños por poco que te gastes al final te dejas un dinero si quieres llevarle algo a cada uno. La otra opción es el regalo grupal para la clase, pero claro, entonces igual no lo sentirían completamente suyo...
Dandole vueltas al asunto, con muy poco tiempo de preparación y un presupuesto ajustado al final decidí hacer una mezcla entre las dos opciones.
Compré algunos paquetes de chuches varias y preparé estas bolsitas que contenían dos monedas de chocolate, dos caramelos, un ratón de chocolate y una tarjetita con un número. Las etiquetas las hice con power point del mismo modo que hago las de las galletas.
Por cutre que sea el contenido, creo que quedaron muy monas y a los niños se les puso una cara de ilusión cuando las vieron... Con ellas organicé un juego.
Primero todos los niños cerraron los ojos y yo escondí los regalos sorpresa para todos. Había comprado un calendario de adviento de chocote, impreso una copia del dactilológico y fabricado unos marcapáginas personalizados.
Una vez escondicos pasé a los niños las bolsitas y todos sacaron su número secreto. Tuvieron que ordenarlos en el suelo, del 1 al 23. Cuando estaban todos los números puestos dieron la vuelta a las tarjetas y apareció un mensaje secreto que les indicó donde podían encontrar los regalos.
Los había escondido en los cajones donde guardan sus fichas, así que fueron a buscarlos y los abrieron entre todos. Gustaron muho.
Si lo quereis ver con más detalle aquí teneis en enlace de su blog y fotos donde se ve el paso a paso del juego.
Creo que al final me gasté siete u ocho euros y el resultado fue más divertido, personalizaado y educativo que si hubiese comprado alguna cosilla para cada uno.
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