domingo, 10 de abril de 2016

Mayor que, menor que... el reto de aprenderlo de forma visual

Cuando de aprendices visuales se trata... hay cosas que se memorizan a niveles muy superiores a lo esperado, capacidades creativas extraordinarias... y otros conceptos que se enquistan, como con todo el mundo, la diferencia es que con ellos el reto es mayor. La experiencia empieza a decirme que para obtener resultados cuando se presentas estas dificultades la solución es trabajo, trabajo y trabajo, aunque los resultados no se vean en el día a día. Un día sale todo de golpe.

Este niño suma, resta, memoriza todo lo que le eches, cuenta para delante y para detrás... pero se le atascó el mayor qué y menor qué. Le ponía siete lápices en un sitio y dos en otro y ni siquiera entendía la pregunta, porque las oraciones coordinadas con una "o" las entiende regular.

Pensé que una balanza sería una buena forma visual de verlo y cómo tenía por ahí impreso el famoso material de los cocodrilos cogimos uno de juguete y le dije que el cocodrilo tenía mucha hambre y que se comía el plato donde hubiese más.

El caso es que lo del cocodrilo le hizo gracia, pero tras varias semanas con el tema fallaba aproximadamente el treinta por ciento y en un concepto tan específico necesitamos el cien por cien para comprobar que entiende de qué va la historia. 

  

Como siempre, intentando situarme en su forma de procesar, fabriqué este artilugio con goma eva.
Las planchas movibles llevaban escrito más/mayor y menos/menor, y por la forma de colocarlo era imposible pasar una por encima de la otra.
Yo le escribía dos número y tenía que seleccionarlos con la parte móvil. Entonces leía las etiquetas y redondeaba el mayor.
  
Esto funcionó. Y varias semanas después corté el hilo y saqué la parte "chivata". No le importó y se buscó su forma de seleccionar con los dedos los dos números. Mentalmente recordaba lo anterior y sabía que el número situado más a la derecha era el mayor.
Sé que lo comprendió porque además ahora sí sabía decirme donde había más lápices.

Saqué el famoso material de los cocodrilos y se acordó de el que usábamos con la balanza. 
Como el material se le quedó pequeño pronto (tiene memoria visual) le fabriqué estos dos con depresores. Estos le gustaron mucho y además iba haciendo ñam ñam antes de "comerse" cada número.
  



Reto superado. Sin ningún apoyo ni material externo, dibuja solo los "cocodrilos" y maneja el "mayor que", "menor que", con números hasta el 100. 
Siguiente reto. A sumar sin usar los dedos.













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