Me vais a perdonar los del norte, pero es que en Málaga el frío no llega hasta Navidad y seguimos de tirantes y vestidos de verano, para bien y para mal :P
Así que os traigo una de las actividades acuáticas del verano. Reto a quien no pueda hacerla así, que me mande su versión de interior y la publico ;)
Para hacer esta acticividad necesitamos: pececitos/conchas/tortugas de las que se ponen en la bañera para no sufrir daños irreparables, vasos transparentes, colorantes o pintura, jeringuillas y cuencos de colores... y agua!
Empezamos llenando los cuatro vasos de agua y añadimos colorante de los colores de nuestros cuencos. Usé colorante alimentario porque se disuelve muy bien y no afecta a la consistencia del agua, pero es verdad que después costó trabajo sacar la mancha del suelo, probablemente me pasé con la cantidad.
Después invitamos a los niños a echar el agua de cada color en los cuencos y a partir de ahí yo la dejé experimentar a su rollo.
Casualmente los primeros colores en mezclarse fueron el azul y el amarillo, así que la niña echó el verde resultante con el verde original (provocando que se saliese del cuenco por exceso) y después se quedó mirando y levantando los vasos como diciendo: yo antes tenía cuatro colores y ahora sólo hay dos...
Una vez que mezclamos, jugamos y churreteamos con el agua de colores usamos la jeringuilla para rellenar los huecos de la parte de abajo de las cochas/peces/tortuga. Es una actividad dificil para los niños, que necesita de mucha precisión y es genial para la motricidad fina.
¡Cómo nos pusimos! ¿Quién se anima?
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